Pingus

Para la función de Navidad, mi hijo iba de niño abrigadito, un disfraz complejo donde los haya, ¿no? Además, el cole ponía los gorritos, guantes y bufandas... Para la ropa en sí, solo pusieron un requisito: que llevaran bolsillos grandes en los que cupieran las manos enguantadas.

¿Puede haber mejor ocasión para poner un bolsillo tipo canguro en una camiseta básica? Esta lleva con nosotros desde el otoño de hace un año.

Para decorar el bolsillo, pensé en un muñeco de nieve, en bolas de Navidad, en un abeto... pero sabía que poner una aplicación así era condenar la camiseta el resto del año. Entonces pensé en un pingüino y solo encontraba cosas demasiado cucas hasta que caí en los pingus de Madagascar. Acierto seguro con mi peque tiquismiquis.



Al crío le ha encantado. Últimamente es todo un logro conseguir que se ponga algo que le haya cosido yo.

Poco después leí esta entrada de Mara y me dio que pensar. Desde que empecé a coser, siempre he pirateado los dibujos de mis aplicaciones, aunque rara vez he sido totalmente fiel al original (soy rara y no me suelen gustar los dibujos tal cual los hacen... por eso empecé a hacer aplicaciones). Para algunos, los de dibujantes «pequeños», me puse en contacto con el autor y me dieron permiso. En otros me fue imposible dar con el autor. A las grandes empresas ni se me pasó por la cabeza escribirles. Y poco a poco perdí completamente la decencia y hasta he dejado de sentirme culpable.

Mara, si me lees... ¡gracias por el propósito para el 2016! A partir de ahora, intentaré usar diseños libres de copyright. Haberlos los hay a miles. Los copieteos que ya tengo, pues con nosotros se quedan a menos que el propietario del copyright venga a quejarse. No vamos a tirar la ropa; espero que Dreamworks, Nickelodeon y compañía no quiebren por culpa de mi bolsillo canguro, nuestro cutrecalendario de adviento y otras «artesanías».

Como ya me despido hasta enero, os deseo un feliz Año Nuevo. Espero que todos entremos en 2016 con buen pie y cargados de ideas brillantes.