martes, 11 de junio de 2013

¡Pulpo pirata a la vista!

Cuando le hice las camisetas a Maya, también quería hacerle algo a su hermano Adrián. La idea se me ocurrió rápidamente y, como para él no encontré oferta de 3 x 2, también finiquité su parte del regalo más rápido. Bueno, casi.

Tenía ya todo el pulpo cosido a mano y el parche puesto. Entonces, llegó el momento de poner el lazo y como se me quedaba un poco suelto, pensé ponerle un poquito de Steam-a-Seam y plancharlo para que quedara fijo... ¡¡¡Errooooor!!! El lazo se derritió, se pegó a la plancha y me fastidió medio pulpo. Aaaaargh, qué rabia me dio. Planché a baja temperatura y el trocito de Steam-a-Seam era tan finito que no sobresalía del lazo, así que sigo sin saber qué pasó. El caso es que me tocó descoser, recortar otro pulpo, volver a coser y poner otro lazo. Esta vez lo fijé con hilo y no me importó que quedara sueltecillo.

Gracias a esto también descubrí que el pegamento temporal es, efectivamente, soluble en agua y puedes despegar las telas si lo necesitas con solo mojarlas. Peeeero deja mancha, así que hay que tener cuidadito.

En fin, después de tanta peripecia, el resultado fue este.


Me encantan los pulpos y me quedé con las ganas de hacer uno naranja (en la camiseta roja pegaba cero)... Quizá más adelante.

Ya con todas las camisetas hechas, paquetito y rumbo a Granada. Es curioso: me quejo de que las tiendas tienen el triple de ropa de niña que de niño y resulta que, cuando me pongo a decorar camisetas yo, hago justo lo mismo. Mala, mala, mala.

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