lunes, 20 de enero de 2014

Camiseta florida





Aquí os enseño una camiseta que le he hecho a mi cuñada de regalito de Navidad. Ya, sí, sé lo que estáis pensando. ¿Cómo que "de Navidad"? ¡¡Pero si es de tirantas!!

Tenía la camiseta comprada desde hace ya tiempo con intención de hacerle esto porque sí, sin ocasión especial de por medio. Las camisetas de tirantas me gustan mucho. El problema de hacer cosas porque sí es que las vas posponiendo para darte caña con cosas urgentes, con fecha de entrega, y al final nunca les metes mano.

Total, que en vez de comprar una camiseta, usé la que llevaba tanto tiempo esperando personalización.

Las telas son de algodón de patchwork, en tonos verdes porque es un color que le gusta mucho a la destinataria, y cosidas a máquina para evitar deshilachados excesivos. En los círculos no he conseguido pegarme bien al borde, así que imagino que se deshilacharán más. Espero que se despeluchen de forma artística. Los tallos sí los he cuadrado bien.

Aquí os la enseño más en detalle.


Y aquí os dejo la foto de la cagada de turno...

Los hilos los rematé después de hacer la foto.
¡Cosí la etiqueta al coser las aplicaciones, varias veces, y no me di ni cuenta! Qué pardilla, de verdad. Espero que no pinche demasiado...

jueves, 16 de enero de 2014

Hadas de Zelda



Esta camiseta la hice contrarreloj por encargo. ¡Mi primer encargo! Vale, me la encargó un amigo, pero cuenta igualmente, ¿no? :D

Es un poco flipadillo de los videjuegos (bueno, yo soy un poco flipadilla; él va 40 niveles más allá), así que le enseñé el conjunto que había hecho para mi primer trueque. Cuando lo vio, me preguntó si podía hacer una princesa Peach o algo así para una sobrina. Uff, muchos colores. Demasiado difícil. ¿Y las hadas de Zelda? ¡Genial! Hala, pues a preparar.

Casi como si Pinterest supiera lo que tenía en mente, un día después apareció este pin.


Pinté el interior de los círculos con pintura textil utilizando esta técnica. Los círculos los cosí a máquina y, cosas de la vida, fui empeorando poco a poco en vez de ir a mejor.

El hada azul, la primera, con la costura casi redonda y en el borde:


El hada roja me hizo sudar un poco más al pasar por una de las alas y me quedó más alejada del borde:


Y el hada amarilla me quedó de lo más irregular:


Qué coraje me da cuando pasa eso. Las alas las cosí a mano, porque era un trabajo demasiado fino para mis habilidades con la máquina.

No sé si a la peque le habrá entusiasmado, pero a sus padres les ha gustado. La contamos como un éxito. :)

¡Camisetas frikis al poder!

viernes, 10 de enero de 2014

Mi primer trueque

Hace ya muchos meses que Helena, de Cosas de Minuet, me escribió para proponerme un trueque. No os podéis imaginar la ilusión que me hizo. ¿En serio alguien quería, voluntariamente, algo hecho por mí? Porque hasta ahora todo lo que he hecho ha sido por iniciativa propia y porque me ha dado la gana, sin consultar con los destinatarios. Si te gusta, bien; y si no, también. :D

Para elegir mi parte del trueque, Helena me dijo que me asomara a su galería de Flickr. Asomaos, asomaos. ¡Hace cosas preciosas con arcilla polimérica!

Yo le ofrecí cualquiera de los diseños que ya había hecho u otra cosa que me pidiera, y ella eligió la flor de fuego de Mario. A mí esta camiseta me chifla, así que me alegró mucho su elección. ¡Era la oportunidad perfecta de hacerla enmendando los errores de mi primera versión!


El caso es que, entre pitos y flautas, tardé siglos en ponerme al lío e incluso me llegó a preguntar si el trueque seguía en pie ante mi falta de noticias. Quería compensar tanta dejadez y, en un momento dado, la camiseta cayó al lado de una tela que tenía y vi que hacían una gran pareja. Ese día decidí añadir unos pantalones.

Quise aprovechar un patrón suyo, para ir sobre seguro, pero no pudo ser. Así que me busqué otro patrón por la web.

Así ha quedado el conjunto:



Las aplicaciones las he cosido a mano enteras porque no quería sorpresas ni historias raras con la máquina de coser. Cuando coso a máquina, lo mismo me sale perfecto que hago un churro horripilante, así que no me fío. Los ojos sí los he hecho a máquina, con puntada de ojal. ¡Y quedan genial así!



El tallo y las hojas no los fijé con entretela adhesiva para no restarles flexibilidad. Es la misma tela verde que usé para mi camiseta y aguantó fantásticamente los lavados sin entretela adhesiva, así que he pasado de ella porque he tenido que cambiar de marca y no me termina de gustar la nueva.

Sí, sí, tendría que haber lavado para que se fuera el rotu temporal...


Había leído que su peque usa pañales de tela, así que el pantalón lo hice una talla más de ancho que de largo, porque me pareció un patrón estrechito. Aun así, los veo larguísimos. Se supone que son una talla 86, pero a mí me da que le va a sobrar una cuarta de largo. Mejor que sobre que no que falte, dicen. Por si las moscas, les he cosido puño para que sean ponibles igualmente.



El detalle curioso del pantalón está por detrás. La pieza redonda del culete es sudadera de verano de La Pantigana Shop. Pensaba que la tela de sudadera era recia y poco gustosa al tacto, pero esta es diferente. Es muy flexible y suave e incluso tiene buena caída. Pienso hacer pantalones enteros con ella porque seguro que no quedan tiesos.



El patrón es el monkey pants de Schnabelina. Lo vi y me enamoré. Y me pedía a gritos una aplicación. Desde luego, el culete de un niño con pañal es una caja sorpresa, pero no creo que el contenido le proporcionara superpoderes a Mario.

Las rayas me han dado mucho la murga y, por más que me he peleado para casarlas, no ha habido manera. Un lateral está medio bien. El resto de las costuras, todas movidas (*ristra de improperios*). Espero que a Helena no le importe.

Sinceramente, a mí estos pantalones me encantan. Me ha entrado con ellos un ataque de culo-veo-culo-quieritis y estoy convencida de que los repetiré con la misma tela de rayas para Elio, a juego con la camiseta de la flor de Mario que heredará para el verano que viene. Helena, nuestros niños irán a conjunto, je je.

Gracias, gracias por proponerme este trueque. Me ha encantado coser para otra persona ¡y encima estoy por recibir yo alguna sorpresa artesanal y preciosa (seguro)! ¡¡Qué ganaaaas!!

miércoles, 8 de enero de 2014

Tren cumpleañero



Esta es la camiseta que le hice a Unai como regalo en su tercer cumpleaños. Le gustan mucho los trenes y, cuando le preguntamos que qué quería de regalo, insistía en un tren pero sin vagones, solo la máquina. Lo de añadirle los vagones ha sido cabezonería mía, uno por cada año y, en el último, el número tres.

Y como no he seguido las instrucciones del peque, no le ha hecho mucho chiste. Abrió el paquete, la miró y pasó de ella. Ahí lo llevas, mamá. Aunque unos días después me la pidió para ponérsela y no os podéis imaginar la ilusión que me hizo tras la decepción inicial. :D

El contorno de los vagones lo he cosido a máquina con un zigzag estrecho y muy tupido, porque esta tela es algodón tipo patchwork y no quería que se deshilachara.


Las ruedas y el número están hechos con tela de camiseta y cosidos a mano. A las costuras en curva con la máquina les temo como a una vara verde y estas telas no se deshilachan.


Cosas de la vida, al final todavía no la ha estrenado. Nada más empezar las vacaciones, se tiró de cabeza desde el tobogán posterior de un castillo hinchable (a la parte blandita, aclaro) y se rompió el brazo izquierdo. Es difícil explicar lo que se siente al ver a tu chiquitín de 3 años tan desconsolado y con el antebrazo en forma de L, así que voy a ahorraros más detalles. Lo que sí quiero decir es que se portó como un auténtico campeón todo el tiempo. Cualquier adulto se habría quejado más. ¡Ole ahí, cielo!

Como os podéis imaginar, no todas las camisetas de manga larga pasan por una escayola y la del tren es una de las que no pasa. Ya la estrenará más adelante. Tampoco la he terminado, en realidad. Tengo que coser la unión de los vagones con una cadeneta a mano, como hice con el remolque de la camiseta del tractor. Entre unas cosas y otras, no he han quedado muchas ganas de darle el último toquecillo.

domingo, 5 de enero de 2014

Tutorial: Cómo hago las aplicaciones

Hay muchos tutoriales sobre esto, pero me he dado cuenta de que cada maestrillo tiene su librillo. Yo he ido cogiendo ideas por aquí y por allí y descubriendo a base de fallos o golpes de suerte, así que creo que va siendo hora de compartir lo que he aprendido por si a alguien le sirve.

Os explico cómo hice esta aplicación de la furgoneta antigua de Volkswagen.



Materiales:

- Papel (blanco y con foto o dibujo)
- Rotulador negro de trazo gruesillo
- Entretela adhesiva de doble cara (Steam-a-Seam 2 Lite en mi caso)
- Lápiz
- Plancha
- Hilos
- Bastidor y aguja o máquina de coser

Empezamos.

Como no sé dibujar, lo primero que hago es buscar ideas en Internet. Pinterest es una auténtica mina y las búsquedas de imágenes en Google en inglés con palabras clave tipo "applique" o "clipart" suelen darme buenos resultados. En este caso, yo parto de una foto de una furgoneta a la que le he resaltado los contornos que me interesan.

 
Aclaro que ahora me he modernizado y uso Inkscape para trazar los contornos. Así puedo redimensionar fácilmente si alguna vez quiero repetir la aplicación y, sinceramente, es más rápido y más limpio. Pero hago el tutorial con el proceso a mano porque así se ve lo sencillo que es.

ATENCIÓN: Tenéis que partir de una imagen reflejada para que el dibujo final os quede del derecho.

Con la imagen ahí pululando es difícil ver las líneas, así que calcamos a un folio blanco.


La entretela Steam-a-Seam tiene dos papeles. Cuando los separas, la entretela se queda adherida a uno de ellos. Comprobamos cuál es y nos aseguramos de pintar sobre ese papel.

La entretela es la red que brilla, en el papel de abajo.

En mi caso, tuve que darle la vuelta porque el adhesivo estaba en el papel de abajo. Ponemos la entretela encima para calcar.


¿Veis que se transparenta el dibujo? En directo se ve mejor, pero es bueno que haya un buen contraste con las líneas para no sufrir más de lo necesario. En mi Steam-a-Seam el bolígrafo no pinta bien, así que uso lápiz.

Calcamos todas las piezas, aprovechando bien la entretela. ¿Véis que he puesto dos círculos dentro de las ventanas? Son los faros. Los quería hacer blancos, así que aproveché esos huecos. Si calcáis las piezas colocándolas por grupos de color, luego es más fácil procesar todo el grupo en cada tela.


Colocamos los grupos sobre las telas, planchamos muy rápidamente (apenas un segundo) para dejar fijada la entretela a la tela.

ATENCIÓN: A veces, el adhesivo se sale del papel si planchamos mucho o movemos la plancha. Recomiendo planchar muy rápidamente, apenas un golpe de calor, y usar papel de horno entre la plancha y la entretela.


Planchamos y recortamos todos los grupos preparados.


Y luego, a recortar las piezas. Yo estoy encantada con unas tijeras Kai que compré. Son buenísimas. Las pequeñas son de una precisión milimétrica y permiten recortar de maravilla hasta los rinconcitos más pequeños.


Además, son geniales para recortar huecos dentro de las piezas.


Con paciencia, vamos recortando todo hasta tener las distintas piezas.


No se ve bien en las fotos, pero hay que dejar algo de margen en las piezas que van solapadas (por ejemplo, la parte azul del frontal que encaja con el parachoques y con la parte blanca en triángulo). Así será más fácil montar el dibujo después y también coserlo: coseremos a través de las dos piezas y, de ese modo, no se separarán.

Mi pieza azul tiene margen extra por arriba y por abajo, pero me quedé un poco corta. Si le dais más margen que yo, casi mejor. Las ruedas son más altas de lo que marcaba el dibujo. Y no hace falta que todo el margen tenga entretela. Es más, mejor si no la tiene, así no añadimos más volumen al conjunto.

Ahora buscamos el centro de la camiseta. Doblamos y pasamos la mano para que se marque el doblez.


A fuerza de sacar dibujos descentrados, he descubierto que lo mejor es doblar la camiseta por su centro natural en lugar de forzar la simetría casando las costuras de los laterales. Si la camiseta está mal cosida, al final el dibujo se verá ladeado. Ahora, solo caso las costuras de los hombros. ¡Y lavo las camisetas antes para que, si se tienen que deformar, lo hagan antes de coserles la aplicación!

Marcamos con tiza, rotulador temporal, jaboncillo o lo que tengamos a mano... ¡pero que se vaya con el lavado!



Ya solo queda empezar a colocar piezas. Hay que pensarlo un poquitín antes de cortar, ¿eh? Así luego nos casará todo.




Primera parte del sándwich montada. Steam-a-Seam tiene algo muy bueno y es que la malla adhesiva es pegajosilla incluso antes de planchar. Así es mucho más fácil ir montando piezas. Una vez que las tienes todas colocadas (no se mueven, pero tampoco aguantan mucho ajetreo), a planchar para fijarlas.


Como veis, uso papel vegetal de horno al planchar para no acabar con la plancha pegajosa

Una vez frío, esto ya no se mueve ni con la Guardia Civil.


Y ya solo nos queda empezar a coser. Cuando quiero que algo me quede bien, lo hago a mano. Sobre todo si hay muchas curvas. Así que bastidor, y a dar puntaditas.


Si queréis hacerlo a máquina, os recomiendo poner un trozo de papel de seda por detrás que ocupe todo el dibujo y fijarlo con bastantes alfileres por el contorno. De esta forma, vais tirando de la tela y el papel a la vez y no se deforma, que las camisetas son elásticas. La entretela adhesiva le da un poco de cuerpo y facilita el proceso, pero no es suficiente si la tela de la aplicación también es elástica. Cuando uso telas de algodón de patchwork, me resulta más fácil coser con la máquina.

Después de un buen rato, ya habremos repasado todas la piezas.


Podría haber bordado el símbolo de Volkswagen y seguramente me habría quedado mejor, pero me empeñé en pintarlo. Primero hice una prueba con rotulador soluble en agua, y me quedó fatal. Mojé la tela para borrar las primeras meteduras de pata, planché para secar y volví a dibujar.



Se ve que tenía que haber planchado más tiempo, porque como podéis ver, el rotulador se fue corriendo. Así que me apresuré a pintar con el rotulador textil permanente antes de que se emborronara todo otra vez y, bueno, me quedó regulín.


Como la tinta hay que fijarla con la plancha, aproveché para montar el resto de las piezas (faros e intermitentes) y fijarlo todo en la misma planchada.

Después, pespunteamos las piezas del segundo lote y listo.

¿Alguien se ha fijado que los faros no son blancos como dije al principio? Puse los blancos que había recortado, pero no me convencían nada. Destacaban demasiado. Como todavía no los había cosido, planché para ablandar el pegamento, los despegué y puse unos en gris. Mucho mejor. Sí, es posible despegar piezas una vez pegadas con la plancha, pero se queda la marca del pegamento. Si no vais a poner nada encima o queréis poner una pieza más pequeña, no os lo recomiendo.

¡Ya está! ¿Qué os ha parecido? Fácil, ¿verdad? Sí, entretenido también es. :D

jueves, 2 de enero de 2014

Sarouels de pana


Al final, nunca hago lo que planeo. Y digo esto porque estos pantalones fueron una prueba antes de ponerme a hacer el conjunto del comecocos, que era un regalo y quería que saliera bien. No tenía muy claro si el patrón de sarouels de Petit Citron se prestaría a utilizar pana, así que probé con un retal que me quedó de los pantalones que hice para el reto retro del maratón de Telaria.

Hice algunas modificaciones al patrón: usé la entrepierna de una talla más pequeña y la redondeé por abajo; en las perneras, quité un triángulo de un par de centímetros por arriba y hasta la unión con el bajo de la entrepierna. La idea era que fueran menos "cagados" y un poco más estrechos por arriba. Como mi tela era gruesa, no quería demasiado pliegue arriba.

Todas las modificaciones, en mi opinión, fueron un acierto excepto la de redondear el bajo de la entrepierna. Al tener una costura, las piezas quedan más tiesas. Si la tela es gruesa, mejor hacer la entrepierna de una sola pieza.

En su momento, le quedaban enormes a Elio, pero ahora ya los rellena un poco más. ¡Pantalones de prueba perfectamente aprovechables! :)

Ah, y al final decidí usar otro patrón para los pantalones de regalo pensando que quedarían mejor con pana. Creo que, al ser una pana incluso más gruesa que la marrón, lo suyo habría sido hacer unos pantalones normales, pero qué le vamos a hacer.