Bueno, vamos allá con el tutorial de pantalones cortos que había comentado en el
tutorial de la cinturilla. ¡Pantalones cortos para la ola de calor! Sí, aquella ola de calor de agosto.
¿Alguien que leyera la entrada sobre los pantalones de boda que hice para Unai (
aquí)? Bueno, pues tendremos que buscar alguna otra ocasión especial para ponérselos, porque aunque fuera de noche, hacía todavía un calor inhumano y me dio pena ponerle pantalón largo a la criatura.
Dos días antes de salir de viaje, estuvimos mirando la previsión del tiempo en el sitio de la boda y las temperaturas eran altísimas por la noche (rondaban los 30 grados a las 22 h). Ola de calor. ¿Se pasaría a tiempo? ¡Imposible saberlo! Ay, ay...
Podría haberles dado un tijeretazo a los pantalones largos, pero me daba pena y, como todavía me quedaba tela, decidí hacer otro par.
Ya que estaba, fui haciendo fotos del proceso para poder poner una especie de tutorial... Que no se me dan bien (ni las fotos ni los tutoriales), ya lo sé, pero seguiré intentándolo para ver si mejoro poco a poco.
De partida, el mismo patrón de pantalón largo de Dana que usé la vez anterior. Lo podéis encontrar
aquí, con tutorial incluido (¡y mejores fotos que las mías!). Esta vez, nada de bolsillos. No había tiempo para florituras. Lo que sí mantuve fue la cinturilla ajustable.
Tracé el pantalón tal cual hasta el final del segundo folio, en su versión con el frontal plano.
Cortamos las piezas: dos delanteros, dos traseras y una cinturilla.
En uno de sus tutoriales de shorts, Dana comenta que es
buena idea hacerle una marca a la parte de la pernera para luego no
hacernos un lío al montar el pantalón. Y sí, resulta muy útil la marquita. Además, a mí me sirvió para distinguir el derecho del revés de esta tela. Hasta el momento, no he logrado ver la diferencia entre los dos lados, pero siempre marco uno de ellos como revés, por si las moscas.
Pasamos la remalladora. (O podemos sobrehilar a mano o usar el zigzag de la máquina normal. Yo uso la remalladora siempre que puedo para darle uso y practicar.)
Unimos y cosemos el tiro de los delanteros y las traseras. Derecho con derecho. Cada pieza con su gemelita.
Importante: planchamos para abrir las costuras. Yo uso un trapo entre la plancha y el pantalón porque esta tela se marca con la plancha.Y, como veis, dejo un margen enanísimo porque me pasé un poco cortando bordes con la remalladora. La próxima vez saldrá mejor.
Unimos derecho con derecho y cosemos el interior de las perneras. Después, abrimos las costuras.
Mi cámara se quedó sin batería, así que seguí haciendo fotos con el móvil. Parece que salen mejor, ¿no?
Seguimos cosiendo. Unimos y cosemos los laterales de las perneras.
Luego, más plancha. ¡Qué calor!
Algo hice mal al acortar el patrón de Dana por arriba para restarle la cinturilla (que yo hice aparte en vez de doblada), porque los laterales no me cuadraban. Esto es lo que pasa cuando uno modifica patrones a lo loco.
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La foto está al revés. Esta parte es donde pondré la cinturilla. |
Bueno, que no cunda el pánico... Un ligero recorte con la remalladora y a correr. No estoy haciendo costura de precisión milimétrica.
¡Arreglado!
Ahora, a por la cinturilla. Según el tipo de pantalón que queráis, podéis poner una cinturilla de puño como explica Dawn en
este tutorial de
Mi rincón de mariposas. O bien podéis hacer una cinturilla de tela como la que explica Mónica en
este tutorial de
Rojo Ababol. Yo hice una cinturilla de tela con elástico ajustable y seguí el método que explico
aquí.
Por último, los bajos. Quería un dobladillo de esos que se ven por fuera. ¿Cómo se llamarán? No los había hecho nunca, así que me inventé un poco el proceso mirando unos pantalones que había comprado con ese dobladillo. Igual hay una forma más fácil o más profesional (esto último, seguro que sí).
Primero, hice un dobladillo normal pero muy ancho. Esta es la idea.
Para hacerlo, planché el sobrehilado de la remalladora hacia dentro (así quedaría oculto) y puse marcas a 4,5 cm de la marca de la plancha.
Doblamos siguiendo las marcas, aseguramos con alfileres y a coser.
Hasta aquí, como un dobladillo normal. Ancho, pero normal.
Para terminar, doblé hacia arriba todo el invento y planché insistentemente.
Al final, me quedó un dobladillo de 3 cm de ancho por fuera.
Quería haberlo asegurado con un par de pespuntes, arriba y abajo, pero no me dio tiempo. Ya lo terminaré en otro momento. O no. ¡Porque me gusta cómo queda!
¡Y ya está! Pantalones cortos de boda terminados.
¿Se ha entendido algo? Lo que sí ha quedado claro es que hago unas fotos malísimas. :D