viernes, 29 de agosto de 2014

Otro... invento... para niña

¿Preparados para otra historia de cómo liarla parda cosiendo algo para niña?

La idea inicial era sencilla: una camiseta morada con una banda amarilla en el bajo y una flor en el pecho. De eso, pasamos a esto:


Los colores y la flor los he mantenido, pero ¡he acabado con otro vestido-camiseta! Jajajaja.

Todo empezó porque la camiseta morada que reciclé tenía la tira fruncida que veis en la parte del pecho. Mmmm. Normalmente estos fruncidos no los reutilizo para mis niños, claro, pero al ser para una niña, me entraron ganas de conservarlos. Entonces pensé que sería mejor un vestidito que una camiseta, pero no tenía suficiente tela ni patrón. Ay, ¿y si intento conservar los dobladillos originales tan bien acabados? En fin, que una cosa llevó a la otra y, al final, nada que ver con el plan inicial.

Una vez hecho y a pesar de la cinta de monstruos lo vi un poco soso, así que le añadí la aplicación de la abeja.


Telas blanca y amarilla de camiseta, cosidas a mano. Pupilas de terciopelo termoadhesivo. Zonas negras hechas con puntada de relleno en perlé negro. Nunca había rellenado una zona tan grande... ¡qué entretenido, oiga! Sale más a cuenta cortar un trozo de tela y coserlo, pero es que en principio iba a pintarlas. Por supuesto, me salté también esa idea inicial a la torera.

Aquí la flor en detalle:


Soy muy poco de rosa, porque no me gusta, pero a la peque sí. Así que al menos le he puesto una flor con pétalos rosa que espero que le guste. Seguí el tutorial de La Lio Parda, aunque he usado tela vaquera para la parte del broche en lugar de tela entretelada.

Tras lavar la aplicación para quitarle el rotu temporal, pasa esto:

- ¿Eso que es?, dice Unai señalando la abeja en el vestido tendido.
- El vestido que te pedí que te probaras, pero no quisiste. ¿Te acuerdas?
- Ah, pues ahora sí que quiero probármelo.

No se lo puse porque estaba mojado todavía y, sinceramente, a esas alturas ya prefería no saber si la talla estaba bien o no. En cualquier caso, está claro que la abeja ha sido todo un acierto.

La primera foto no refleja el regalo original, que iba con un elástico bajo el pecho como se ve en esta foto:


Me pareció que le daría más forma, pero no le favorecía nada y además iba incómoda, así que se lo descosí tras la primera puesta.

He aquí las fotos que me ha mandado la mamá y algunos detallitos.


Me encanta ver las cosas puestas, porque así se aprende mucho. Los tirantes los puse demasiado al borde. Anotado para la próxima. Por suerte, le llegan para atárselos cruzados y que no se le caigan todo el rato.

Y para que no se diga, quiero que quede constancia de que, por una vez, el niño recibió más ropita que la niña: el hermanito se llevó la camiseta del robot y la de Desdentao. ;)

miércoles, 27 de agosto de 2014

Desdentao

Vimos Cómo entrenar a tu dragón muuuuuy tarde. Pero mucho. Eso sí, cuando por fin la vimos, fue a lo grande: en el pantallón de unos amigos que tienen un proyector, con el sonido a tope como en el cine. Me encantó. Y fue la primera película que vio entera Unai, así que no se me olvidará nunca.

Este verano hemos ido de visita a verlos y, fíjate por dónde, resulta que justo cuando íbamos estrenaban la segunda parte. Pues habrá que hacer un sacrificio y llevar a los niños a verla, ¿no?

De regalito, para el hijo de mi amiga, esto:



Más simple, imposible. Y no me digáis que no queda preciosa. La preparé antes de irnos de camping y la cosí a ratitos en el camping, a mano.


Por detrás, un trocito de cinta de vikingos puesta a máquina antes de salir.


Me encantan las cintas, pero hay que ver lo que me cuesta decidir qué trozo cortar... ¡y lo que se me menean al coserlas por muchos alfileres que me pongo!

A mí me gustó tanto que pensé que le haría una a Unai... y no os vayáis a creer que se quedó en un pensamiento. Tal como dejé preparada la camiseta de regalo para coserla en el camping, reduje el dibujo (bendito Inkscape), imprimí, calqué, corté y pegué con la plancha las piezas en una camiseta de Unai que teníamos sin personalizar todavía.


Me encanta en versión tirantes, porque parecen las orejas del bicho. :D A él también le he puesto un trozo de cinta (torcida) de vikingos.


Ya en destino, nos fuimos todos juntos al cine a ver la peli nueva pertrechados de camisetas temáticas como los buenos fans...


Y luego, ¡a jugar a ser Desdentao!


(Aunque hay que reconocer que, después de ver la película, los dos querían ser uno de los dos dragones alfa gigantescos.)

Y, para terminar, quiero darle las gracias a esa supermamá que no ha dudado en dar mil vueltas y escalar para hacer las fotitos y que pudiera publicar esta entrada. ¡Gracias, guapísima!

¿Veis la pantalla del proyector ahí arriba? Envidiaaaa. :D
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Edito para dejaros la plantilla de los ojos por si alguien quiere hacer una camiseta de estas. Los ojos miden unos 8 cm de ancho (cada uno) si imprimís sin escala.

martes, 19 de agosto de 2014

Robot

Me encanta hacer regalos. Es una gozada trabajar pensando en lo que puede gustarle a otra persona, pero también me crea muchas inseguridades, dudas... Después de muchas vueltas y muchos cambios, así ha quedado la camiseta que le he hecho a Adrián.

Si quieres que las fotos te queden bien,
hazlas antes de lavar la camiseta... o después de plancharla. 
El patrón de la camiseta es el que vengo haciendo últimamente: modelo 9 de la Ottobre 3/2013 (sin el puño en la manga). Esta vez en talla 128 cm (supuestamente, para 8 años; el niño va a cumplir 6... la veía enooorme).

Como el regalo es para el hijo de una amiguísima de la infancia y donde hay confianza da asco, me he permitido reciclar un par de las muchísimas camisetas que tengo guardadas. Gracias a eso, he podido aprovechar los dobladillos del bajo y las mangas.
  

Me gusta mucho como ha quedado, con ese aire viejuno de los colores y el corte ranglán. Pero lo que más me gusta es el robot, ¡¡que es lo primero que dibujo yo desde cero!! Bueno, he tomado inspiración de muchos dibujos, porque lo mío no es dibujar, pero me puse en pequeñito una noche (en pequeño me resulta más fácil mantener las proporciones), luego lo escaneé, lo amplié al tamaño final, lo calqué, retoqué, volví a calcar (ya en la camiseta) y a colorear con rotuladores textiles. Si sabes dibujar y lo haces directamente en la camiseta con rotu temporal, pues fíjate todo lo que te ahorras. :D

El indicador es un "cabreómetro".
Por detrás, una cinta de robots. Me cuesta que me queden rectas, pero he podido comprobar que puesta no se nota tanto la desviación.


Y en el lateral, un trocito de cinta, aunque he calculado fatal la colocación y se ha quedado en un intento de cinta lateral. La próxima saldrá mejor, supongo.


Antes de decidirme por hacer esta camiseta, pasé por cuatro planes diferentes y, en uno de ellos, incluso llegué a recortar las piezas de tela para la aplicación. Era también un robot, viejuno, que me traía recuerdos de mi infancia... Pero no me convencía nada una vez con las piezas puestas sobre la camiseta.

Total, parece que al destinatario le ha gustado y le queda estupenda de talla a pesar de mis dudas.


Ahora, a cruzar los dedos para que las varias capas de pintado y los muchos planchados hagan efecto y el color se mantenga bien a pesar de los lavados. Si se va un pelín solamente, como parece después de verla tras el primer lavado, contribuirá al efecto vintage. :P