¡¡Cómo me gustan los trueques!!
Me estresan un poco y me hacen pensar mil ¡pero los disfruto muchísimo! Me encanta ponerme a coser con la intención de sorprender a alguien, aunque reconozco que lo disfruto mucho más si tengo información del destinatario.
La autora de Wooldiction es compañera de profesión y, aunque no coincidimos en la misma oficina por pocos meses, hemos trabajado juntas bastantes veces. Teníamos los videojuegos como afición común, ¡y ahora también las labores! Si no conocéis su blog, daros una vuelta. Las cositas de patchwork que ha hecho son impresionantes y es toda una maestra de las dos agujas y el ganchillo.
¿Veis que sus «especializaciones» y las mías no son iguales? Pues de ahí nació la idea del trueque. Yo le pedí gorritos para mis hijos y ella, literalmente, «unos pantacas hippies» para N, su hija mayor. No sé si me han salido muy hippies, pero sí «cagados» y muy coloridos.
Son el modelo Crawl and Roll de la Ottobre 4/2012 en talla 80, con rodilleras en tela de camiseta cosidas con zigzag y un bichito decorativo por detrás. Cada pieza de punto de terciopelo de un color diferente. El «pero» que les veo es que, no sé por qué, han salido enoooormes. ¡Prometo que respeté el patrón y los márgenes de costura! Con los puños estirados, deben de rondar una talla 92, así que espero que a N le vayan bien el año que viene.
Elena está embarazada y la pequeña M nacerá en diciembre, así que a ella le he cosido el pichi Her Sweetness de la Ottobre 4/2014 en talla 56.
Cuando traduje las instrucciones no entendí cómo iban las vistas, pero María la Inglesita me dijo que las instrucciones estaban bien... y sí, ahora veo que se entienden y sale. ¡Yupi! Sufrí un poco porque el patrón está pensado para tela plana de algodón y yo usé punto de terciopelo. Total, ¿qué diferencia hay? XD
Las vistas de las sisas y el cuello están hechas con trapillo. Pensé que, para cortar punto de camiseta tan finito y que se me enrollara, mejor planchaba trapillo... Error. Nada recomendable.
La aplicación está basada en una nube de fieltro que hizo Elena y que tiene como cabecera de su blog. Me encantan estos guiños en las ropitas hechas a mano
(aunque te salgan al revés).
Por detrás, unos snaps fucsia que me enviaron por error y que nunca pensé que utilizaría. ¡Le dan un toque muy alegre a esta trasera tan gris! Y mi etiqueta, que también le da un poco de alegría.
Total, esto es lo que le mandé a Elena... junto con la Ottobre 6/2014 para que se anime a coserles a sus niñas muchas cosas bonitas.
¿Qué hemos recibido nosotros? ¡Unos gorritos chulitísimos!
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El mayor no es muy de fotos y por eso sale serio. ¡Flipó al abrir el sobre! |
Los críos están alucinados con ellos. Cada día nos preguntan si pueden jugar a Mike y Sullivan. Cada día tenemos carreras, risas y gritos de «¡Hola, Mike!» y «¡Hola, Sullivan!». El pequeño, nada más levantarse, dice «¿Dónde está Mike?» o lo ve colgado de la percha y dice «¡Mira Mike!». No consiente en salir a la calle sin el gorro. El mayor fue a por la película tal como abrió el papel de regalo, dijo «¡Mira, mamá, es Sullivan!», se lo puso al momento (suele quitarse todos los gorros) e incluso posó para la foto (todo un hito). Menos mal que han llegado cuando ya hacía frío, porque si no se me derriten los niños. En la guarde también ha triunfado el gorro de Mike (y las educadoras dicen que solo convencen al peque para que se lo quite a la hora de dormir la siesta). En el parque han triunfado los dos y por la calle ya me han comentado varias veces lo chulos que son. Vamos, que Elena no ha acertado para nada...
Yo pienso hacerme algo con las «marcas» de ganchillo que puso Elena para diferenciar los paquetes. ¿Son o no son chulas?
Aquí podéis leer su experiencia sobre este trueque. ¡Allá que me voy yo!
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Edito esta entrada para enseñaros a la preciosa dueña del pichi con él puesto. ¡Me la como!