jueves, 24 de octubre de 2013

Mochila de sustitución

Ay, qué penita me ha dado perder la mochila de la ropa sucia que le hice a Elio. Me costó días superarlo y, aún a día de hoy, todavía voy mirando el suelo cada vez que voy y vengo de la guardería... Bueno, el suelo y las manos de la gente. ¡Que por aquí cerca debe de andar quien se la llevó! ¿A que era bonita?


En fin, hay que aceptar las pérdidas, así que unos días después me puse a hacer otra mochila. No me apetecía nada de nada currarme distintas piezas ni costuras bonitas, así que opté por el diseño que me pareció más simple: una pieza y dobladillo arriba para pasar las cuerdas.


 Después de cortar la tela, me dio pena no aprovechar la ocasión para practicar alguna cosilla, así que decidí hacer costuras francesas. Así de limpio queda por dentro:



Lo malo es que se comen mucha tela, más de la que me esperaba, y la mochila ha quedado más pequeñita de la cuenta. Además, con tanto margen de costura, las cintas para sujetar las cuerdas me quedaron en la esquina.



Un punto positivo: en esta mochila sí me acordé de poner la cinta de trapillo para colgar antes de coser el dobladillo de arriba.



El nombre lo cosí a máquina y se me dio mejor que otras veces. Creo que le voy pillando el truquillo a coser cositas pequeñas con la máquina. También es verdad que esta vez he hecho el nombre mucho más grande.



De momento sigue con nosotros y espero que no se pierda, porque no sé si me daría el ánimo para hacer una tercera. ¡Que tengo muchos proyectos interesantes en mente y no puedo meterles mano, hombre ya!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Soy toda oídos!