lunes, 19 de diciembre de 2016

Un ratón mono

Mi hijo pequeño perdió sus paletas de arriba por accidente con apenas 2 años y medio. Con él, el Ratoncito Pérez tuvo que venir de forma improvisada, qué le vamos a hacer.

Mi hijo mayor ha decidido compensar: tiene 6 años ya y todos sus dientes de leche; ninguno se mueve de momento. Aun siendo la madre más tardona del mundo, he tenido oportunidad de prepararle el famoso cojín con bolsillo en forma de ratoncito...


He usado el patrón de The Cute Way, adaptando un poco el tamaño y haciendo el bolsillo más pequeño.

Tejano reciclado para el cuerpo, tela de camiseta para el bolsillo (así el Sr. Pérez podrá gestionar cómodamente lo de sacar diente y meter regalito), pompón para la nariz, ojos móviles, hilo perlé para los bigotes y cola de ratón azul para la cola.

Como lo hice pimpán con una máquina de coser prestada, he reducido la costura al mínimo: ojos, nariz y bigotes pegados con pistola de pegamento.

Y bueno, había que hacerle a Pérez la puerta de entrada, ¿no? Dice el chiqui que cuando la vea, el ratoncito pensará que hay una fiesta.


Tenía este CVCQ guardado desde que vi estos regalitos de Senyoreta Pots a uVe. ¡¡No me digáis que no son ideales!!


La puerta ha quedado pequeña... con 6 palitos como las de Pots habría quedado mejor. Aunque ya sabemos que el Sr. Pérez es un crack y se cuela por cualquier sitio.

Mis hijos hicieron y pintaron puertas también, pero aún nos queda cultivar la paciencia un poco más... y el tema del orden también. Eran muy coloridas y brillantes, les chiflan los colores metalizados a estos dos. ¡Cuando las encuentre actualizo la entrada!

Para terminar, solo decir que la cara de ilusión que puso al ver el cojín y el abrazo que le dio valen millones. Con la ropa no suelo acertar, pero al menos estas chorradas parece que le gustan. ¡Mamá feliz! Y el pequeño ha pedido un ratón también. Cuando se le caigan las paletas de abajo, no nos volverá a pillar desprevenidos, jejeje.

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Voy a actualizar esta entrada con el ratoncito del hijo 2...



El hijo 1 soltó un "Sí, claro, qué morro" al verlo. Entiendo que le ha gustado más el de su hermano (como era de esperar).

Lo bueno es que, además de recibirlos con gusto, los ratones se han incorporado a la rutina de juegos y ya están siendo útiles aunque todavía no hayan sido portadores de dientes.


El bolsillo tiene buen tamaño para llevar un par de abatons, o un star monster, o un par de zomblings... o cualquiera de los innumerables bichos coleccionables que estén por aparecer. XD

2 comentarios:

  1. oinsss si es que su carita de ilusión vale mil, como dirias tú...
    Tus puertas son una fiesta no me extraña te que Pérez entre con esmoquin a tu casa a traer el regalito jijii
    muacs

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  2. Me ha encantado esta idea Marta ;-). Últimamente se ven muchos ratoncitos Pérez y puertas por la red...........pero este tuyo en tela vaquera me ha enamorado.......y la puerta en amarillo es precisa ;-)

    Besos y feliz semana

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