miércoles, 12 de junio de 2013

Rabbid

Hasta este momento, todas las aplicaciones las había hecho con retales de camisetas viejas. Ya he mencionado que guardo todos los lazos de las camisetas, ¿verdad? Pues ese toquecito de Diógenes se extiende a la ropa vieja. Me da mucha pena tirarla o darla y siempre guardo la esperanza de poder arreglarla o de volver a caber en esos pantalones que tanto me gustan... A veces pasa. De hecho, después de tener a mi primer hijo me quedé tan delgada que se me caía toda la ropa excepto las cosas que aún conservaba de cuando estaba en la universidad. Quien guarda halla, decía mi abuela, je je.

De entre los personajes de videojuegos, les tengo un cariño especial a los rabbids de Rayman. Siempre me han parecido muy graciosos y tenía ganas de hacer una camiseta con uno, pero no tenía ninguna camiseta rosa, así que tuve que comprar tela expresamente. No me salía a cuenta comprarla al metro, porque la tela de camiseta es difícil de encontrar y bastante cara, pero hay tiendas que venden camisetas muy baratas. Sí, seguro que las cosen personas en condiciones lamentables. A ver si no cómo es posible que salga más barato comprar una camiseta confeccionada y traída desde Bangladesh que comprar la tela al metro. ¡He ahí otro de los motivos que me animan a aprender a coser! ¿No estaría bien dejar de darles dinero a las multinacionales que explotan a sus trabajadores?

Bueno, que me voy por las ramas. Compré una camiseta de un color rosa feísimo para ser una camiseta, pero ideal para trocear y utilizar en mis aplicaciones. Lo malo es que era de tacto bastante resbalosillo y difícil de coser, así que utilicé Steam-a-Seam 2 para estabilizar un poco la tela. Tras lavar y usar la camiseta, creo que habría quedado mejor si hubiera usado la entretela adhesiva para la parte blanca también. Otra lección aprendida.

Aquí mi pequeño rabbid, con cara de empanado. Creo que no se aprecia, pero sigo cosiendo las piezas a mano y coso incluso las que pego con la entretela. Según mi experiencia, por muy bien pegados que queden los trozos inicialmente, tarde o temprano se acaban despegando.


Como el dibujo no es mi fuerte, utilicé esta plantilla que encontré en Deviant Art. Gracias, espio-lover-andrea.

También tengo que decir que estas camisetas que compré en Lefties fueron muy baratitas pero de una calidad dudosa. Son muy finas y se deforman fácilmente. Además, la tela no está bien cortada y las costuras se tuercen en cuanto las lavas. Creo que esto es otra de las ventajas de aprender a coser: entiendes qué cosas están bien hechas y cuáles no. ¡Lástima que compré bastantes camisetas de este tipo!

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